MI JESÚS
Gracias porque me amas, por me hayas llamado a tu servicio. Gracias por la
Gracia de decirte sí.
Me ayudas a entregarme a tu servicio, al servicio de los hermanos, sin
reservas. Que yo vea en mis hermanos enfermos y marginados tu rostro
sufrido. Sé tú mi Salvador, el Señor y modelo de mi vida. Haz de mi
corazón tu trono. Que seas Tú el centro de mi vida, Me ayuda a vivir según
tu Palabra. Que yo proclame bien alto tu nombre Santo. Que seas mi fuerza
para vivir mi Ministerio. Yo te doy Gracias por tu misericordia,
te agradezco la dádiva de tu Cuerpo y Sangre, alimento de Salvación. Me
das la gracia de la humildad, de la caridad, de amarte, de encontrarte en
cada hermano, de tener la conciencia de mi flaqueza. Limpia mi corazón de
toda mácula, que mi alma se haga blanca como la nieve, que tu sangre
derramada, en el sacrificio supremo,
produzca frutos en este tu indigno siervo.
Pe. José Ricardo
|